Se ha ido. Esa sensación nos envuelve sin dejarnos respirar. Ya no está a nuestro lado. No importa si lo hemos sabido durante meses o si su partida ha sido desesperadamente repentina......
no podemos explicarnos que no esté con nosotros. No podemos aceptar que esa persona que amabamos, a la que amamos (porque el amor no se ha ido con ella) nos haya dejado......
Había tanto para decir todavia. tanto para hacer... Si hubiéramos sabido; si hubieramos podido... No hubiéramos dicho; no hubieramos hecho... Esta vivencia de lo irremediable hace que el dolor que atraviesa el alma sea profundo, infinito, que nos lastime como una tremenda herida física......
Hoy es tiempo de tristeza y es bueno y justo que así sea. Mas adelante llegarám los recuerdos y mucho después, aunque nos parezca imposible, el consuelo. Pero hoy no frenemos las lágrimas: es necesario llorar, desahogarnos y no reprimir nuestros sentimientos y emociones. Llorar a solas o en compañia, en silencio o a gritos, emitir el llanto como una queja, con impotencia, con todo nuestro dolor.
Haste que el tiempo de las lágrimas pase, dejándonos una rara sensación de cansancio y alivio, una calma exhausta que nos permitirá, a pesar de todo, CONTINUAR.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
"El dolor no tiene explicación: o se lo prueba y se le da sentido, o es un grito sin esperanza.
A veces, el dolor es una razón para dudar de Dios pero, con frecuencia, es un camino para encontrarlo"
Vito Morelli